Piezas de fines del siglo XIX, de autores anónimos, son de una belleza clara y transparente. Todas las piezas hablan del mundo del hogar y la familia unida a la tierra. Muy poco conocidas, al parecer están recien siendo incorporadas a la historia de la escultura chilena. Una oportunidad poder verlas gratuitamente y de paso darse el gusto de una caminata, bordeando el río, entre esculturas y verde, un lujo en medio de la ciudad.
Avda Santa Ma 2201, Santiago
Hasta el 30 de octubre 2008
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